Sin minimizar el conflicto que hoy vive la Universidad de las Américas, por una especie de apuesta hostil de extranjeros que pretenden demeritar a la institución —“que no está en venta"— para adquirirla en 150 millones de dólares, Pedro Ángel Palou García no duda en calificar de inmoral la estrategia de desestabilización instrumentada por el ex consejero e hijo del primer rector de la UDLA, Neil Lindley, para conseguir su propósito.
En entrevista con e-consulta, el rector Palou lamenta que en este complot estén implicados directivos, académicos y hasta ex funcionarios de la Universidad, y aunque no se atreve a involucrar al ex rector Enrique Cárdenas Sánchez lo sugiere en dos momentos de la charla: “Yo esperaría por el bien de la institución que Cárdenas no estuviera implicado mas que como hotelero” … “Por el bien de la UDLA ojala no esté metiendo su cuchara nuevamente”.
Su primera frase, no desprovista de ironía, se refiere a que el estadounidense Neil Lindley tiene previsto alojarse en el hotel La Quinta Luna, propiedad del ex rector de la UDLA, a partir de la noche de hoy en que arribará a Cholula en un viaje de tres días.
La charla con Pedro Ángel Palou, quien luce demacrado y con 20 kilos menos, tiene lugar en la sala de su despacho, en el antiguo casco de la ex hacienda Santa Catarina Mártir, sin más testigos que los flashes de Rodolfo Pérez, una grabadora digital y dos vasos de agua.
En ésta, la primera de dos partes en que se dividirá la entrevista con el que fuera secretario de Cultura de Melquiades Morales Flores y de Mario Marín Torres en el arranque de su sexenio, el escritor sale al paso de sus críticos que insisten en ligarlo al PRI y aclara por qué ni él, ni el presidente del Patronato, Guillermo Jenkins Anstead, tenían que haber consultado al Consejo Universitario sobre la remoción de Luis Foncerrada Pascal como vicerrector académico y Marco Antonio Cerón Grados, como director de Administración y Finanzas.
- ¿A qué obedece esta nueva crisis de la UDLA?- No es una crisis, es un fenómeno de ajuste en sus órganos de gobierno, que tiene atrás intereses de un grupo muy pequeño, pero que ciertamente hace mucho ruido y cuyos efectos pudieran llevar a una crisis. La Universidad sigue trabajando.Todo esto lo detona una carta de un ex consejero universitario, Neil Lindley, que siempre ha mostrado su intención, y así lo dijo incluso en una primera entrevista al periódico estudiantil de la Universidad, de adquirir la UDLA en 150 millones de dólares, en representación de un consorcio norteamericano, a cambio de la salida del rector y la sustitución del Patronato, para el cual incluso ofreció un lugar de honor en la nueva estructura orgánica. Para eso el consejero presidente Luis Regordosa le pidió la renuncia.Regordosa le ordenó al secretario general del Consejo, Eduardo Lastra, que él le pidiera a Lindley la renuncia, por su insistencia en una serie de acusaciones falsas desde el 14 de mayo, y por una conducta que el Consejo Universitario y el Patronato consideran y siguen considerando antiética.En la legislación norteamericana a este recurso de Lindley para quedarse con la UDLA se le llama apuesta hostil, y ahí está penalizado, pues no se vale hostilizar una empresa, demeritarla antes los medios, para hacer que baje de precio y luego comprarla.
Ustedes pueden revisar la entrevista de e-consulta en la siguiente dirección:
http://www.e-consulta.com/hoy_d.php?idnota=19617
